Analgésicos recetados para humanos y perros
En primer lugar, nunca le dé a su perro sus analgésicos recetados. Muchos ingredientes activos de los analgésicos humanos, como los opiáceos, son muy tóxicos para los perros e incluso pueden matarlos. Esto se debe a que los opiáceos tienen efectos pronunciados en el sistema nervioso central y realmente pueden ralentizar las cosas en el cuerpo. Solo se necesita una pequeña dosis de opiáceos para matar a un perro. Es una mala idea compartir sus recetas con otro ser humano, y mucho menos con un perro. Los opiáceos solo deben administrarse a un perro según lo prescrito y bajo la supervisión de un veterinario.
Advil, Tylenol y otros medicamentos de venta libre para perros
Al igual que las recetas para humanos, muchos medicamentos de venta libre que toman los humanos no son seguros para los perros. Tylenol (acetaminofén), un reductor de fiebre, junto con Advil (ibuprofeno) y otros medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) son comúnmente utilizados por humanos para tratar el dolor y los dolores. Sin embargo, según la Sociedad Estadounidense para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (ASPCA), tanto el ibuprofeno como el paracetamol se encuentran entre las 10 principales causas de envenenamiento en perros y gatos. Para saber a qué se debe esto, es importante saber cómo funcionan los medicamentos similares al ibuprofeno, incluidos el Aleve (naproxeno) y la aspirina. Todos esos medicamentos son AINE, que funcionan en el cuerpo al impedir que funcione una enzima llamada ciclooxigenasa. La ciclooxigenasa es necesaria para la producción de prostaglandinas, que son moléculas que contribuyen a la inflamación y el dolor. Las prostaglandinas también tienen otras funciones en el cuerpo, incluido el mantenimiento del flujo sanguíneo a los riñones y la protección del revestimiento del tracto digestivo. Una sobredosis de NSAID generalmente da como resultado funciones renales y gastrointestinales deterioradas. En los seres humanos, una sobredosis de un AINE requiere una dosis relativamente alta, pero los perros metabolizan estos medicamentos de manera diferente, por lo que se requiere una dosis mucho más baja para que tengan una sobredosis. En casos severos, una sobredosis de AINE puede provocar insuficiencia renal aguda (riñón), convulsiones, coma y muerte en perros. Por lo tanto, no le dé a su perro un AINE, acetaminofén ni ningún otro medicamento de venta libre a menos que su veterinario se lo indique.
Cómo tratar el dolor en los perros
Ahora puede que tenga curiosidad por saber qué puede tomar exactamente su perro para aliviar el dolor. Si bien los medicamentos para humanos están fuera de discusión, eso todavía deja disponibles muchos medicamentos utilizados en medicina veterinaria. Los AINE se recetan a los perros para el dolor leve a moderado asociado con la artritis o una lesión menor. Algunos AINE que están aprobados para su uso en perros se han diseñado especialmente para eso, ya que dejan intactas las propiedades no inflamatorias de las prostaglandinas. Esto significa que los efectos secundarios renales y gastrointestinales son menos comunes. Estos compuestos incluyen deracoxib, carprofeno y meloxicam. Todos estos medicamentos solo se pueden dispensar bajo la supervisión de un veterinario autorizado. Por lo tanto, si su perro tiene dolor, puede ser necesario un viaje al veterinario. Sin embargo, tenga en cuenta que incluso cuando se lo recetan, su perro puede reaccionar negativamente a un AINE. Mientras su perro toma un AINE, asegúrese de buscar efectos secundarios como vómitos, diarrea, falta de apetito o letargo. Si nota alguno de estos, llame a su veterinario o visite lo antes posible. Para ayudar a prevenir más lesiones por una sobredosis de AINE, siempre verifique dos veces las instrucciones de la receta antes de darle a su perro cualquier medicamento. Su perro no debe tomar dos AINE a la vez o un AINE en combinación con un corticosteroide. Para el dolor más severo o crónico en perros, se pueden recetar medicamentos que no sean AINE. Estos incluyen la gabapentina, que actúa calmando los nervios dañados; y tramadol, un opiáceo suave que reduce la sensación de dolor. La amantadina, que bloquea una vía del dolor en el sistema nervioso, es otro analgésico que a veces se administra a los perros. No debe administrar Advil, Tylenol ni ningún otro medicamento humano a su perro. Solo déles medicamentos que hayan sido recetados y discutidos con un veterinario. Seguir estas pautas conducirá a un perro feliz y sin dolor y evitará un viaje al veterinario para usted.
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