El entrenamiento de refuerzo positivo a menudo se basa en pequeños premios de entrenamiento como recompensa durante el proceso de entrenamiento; sin embargo, eso no siempre funciona para todos los perros. Algunos simplemente no están motivados por la comida. Para aquellos que lo son, existe la tediosa tarea de dejar de recibir recompensas de golosinas gradualmente una vez que se han aprendido las lecciones. Eso lleva a la pregunta: ¿es posible el entrenamiento de perros sin golosinas? Sí, y así es como.

Cómo educar a tu perro sin golosinas

Usa tu atención estratégicamente

Puede parecer contradictorio que ignorar el mal comportamiento puede conducir a un perro que se porta bien, pero en realidad es una buena estrategia, especialmente si tienes un perro que anhela tu atención. Tu perro responde tanto a la energía que exudas como a las órdenes que le das, lo que significa que levantar la voz o alejarlo puede reforzar un comportamiento no deseado. Por ejemplo, un perro que salta sobre ti (y tus invitados) puede interpretar la emoción en tu voz cuando le dices “no” y la acción de empujarlo como una invitación a jugar en lugar de una reprimenda. La próxima vez que salte, intente darle la espalda con calma y cruce los brazos. Una vez que se detenga, premie su buen comportamiento con su atención diciéndole que es un buen chico. Acarícialo, pero solo si no provoca otro episodio de salto.

Trabaja en el tiempo de juego

Si su perro tiene una actividad o un juguete favorito, considere usarlo como herramienta de entrenamiento. Por ejemplo:

Use un juego de búsqueda para trabajar en comandos básicos como “siéntate”, “abajo”, “quieto” y “ven”. Recompense cada respuesta exitosa con un lanzamiento o dos. No lances la pelota si tu perro no responde, o esta táctica no funcionará. Repite este proceso varias veces como parte del juego. Termina lanzando unas cuantas bolas sin esperar nada como recompensa por el trabajo bien hecho. Incluso su rutina diaria de caminar puede ser una oportunidad para practicar la obediencia. Muéstrale a tu perro la correa, luego dale la orden en la que quieres trabajar (“siéntate”, por ejemplo). Si no obedece, guarda la correa y sal de la habitación durante unos minutos antes de volver a intentarlo. En poco tiempo, comprenderá que cuanto antes responda a tu orden, antes podrá salir.

Adjuntarlo a su libertad

Las razas independientes, así como aquellas con instinto de caza, pueden responder bien a las recompensas que les permitan participar en su actividad favorita de tiempo libre.

Si visita regularmente un parque para perros o una ruta de senderismo, pase unos minutos en la entrada para trabajar en comandos como “siéntate” y “quieto”. Si no cumple, llévelo de regreso al automóvil por unos minutos antes de volver a intentarlo. Practica comandos básicos en tus paseos por el barrio. Pídale a su perro que se siente cortésmente antes de salir por la puerta. Practica los comandos “déjalo” y “mira” justo antes de llegar a sus lugares favoritos para olfatear en tu ruta, luego recompensa el cumplimiento con unos minutos adicionales sin interrupción. Si no cumple, pasa por el lugar de olfateo e inténtalo de nuevo antes de llegar al siguiente.

Recompensa con tu toque

Si tu perro es un conejito cariñoso de corazón, pasar tiempo en tu regazo o recibir afecto de tu parte podría ser una mejor recompensa que la comida. Puedes usar esto a tu favor iniciando un breve entrenamiento o una sesión de práctica antes de que se acurruque a tu lado en el sofá. Por ejemplo, cuando venga a buscar su atención, aproveche la oportunidad para practicar las órdenes de “sentarse” y “acostarse”. Este también es un buen momento para enseñarle la orden de “mirar” pidiéndole que toque su dedo con su nariz o que haga contacto visual cuando le des la palabra. Recompense el ejercicio exitoso con su actividad favorita para acurrucarse o rascarse en su lugar favorito. Si no sigue tu orden, sal de la habitación durante unos minutos antes de volver a intentarlo. Recuerde, el refuerzo positivo es clave para su éxito. También lo es la paciencia. Su actitud también juega un papel importante en este proceso de formación. Si se siente frustrado, tómese un descanso y vuelva a intentarlo cuando esté de mejor humor. Al mantener la calma y no recompensar el mal comportamiento con atención verbal o física, pronto le enseñará a su perro que la forma más fácil de divertirse con su humano es seguir sus instrucciones. Ahora es el momento de comenzar a entrenar perros, o practicar los comandos aprendidos, sin recompensas. A medida que se fortalece el vínculo entre ustedes, su perro estará feliz de cumplir sin la promesa de la comida que podría tener en la mano.

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