El comportamiento de los gatos puede parecer complejo, pero no comer no es algo que debas ignorar. Es posible que a tu gato no le guste la comida que has elegido o que reciba más comida de la que necesita a diario. Si ha descartado estas causas simples, es hora de echar un vistazo más profundo.
Problemas digestivos
Un gato que come menos de lo normal puede tener problemas con la digestión. La falta de comida estará acompañada de vómitos o diarrea a medida que el cuerpo de su gato intente recuperar el equilibrio. Incluso si su gato no tiene estos síntomas de inmediato, el problema aún podría estar relacionado con la digestión. Las posibles causas podrían ser reflujo ácido, parásitos o enfermedad del intestino irritable. Su gato puede haber desarrollado tumores en el tracto digestivo. También podría ser un desequilibrio en la flora intestinal. Solo un examen completo de su veterinario descubrirá la verdadera causa.
Problemas respiratorios
Si su gato tiene problemas para respirar u oler, es posible que la comida no sea tan atractiva. Considere lo emocionado que está por comer durante un terrible resfriado. Tu gato siente lo mismo. Los problemas respiratorios pueden ir acompañados de estornudos, labios hinchados, rascarse la cara y ojos llorosos. Un simple ciclo de antibióticos puede ayudar a eliminar cualquier infección respiratoria, mientras que los tratamientos para las alergias pueden aliviar esos molestos síntomas de alergia.
problemas dentales
Si tu gato experimenta dolor cada vez que mastica comida, es posible que no esté entusiasmado con la hora de comer. Si tienes un gato mayor, las enfermedades dentales y los problemas dentales son causas frecuentes de cambios en los hábitos alimenticios. Incluso los gatos más jóvenes pueden desarrollar problemas dentales debido a lesiones o una mala nutrición temprana (como suele ser el caso de los gatos rescatados). Pídale a su veterinario que examine a su gato y elabore un plan para que sea más fácil comer alimentos. Cambiar a un alimento húmedo podría estar en orden.
Comer algo que no es comida
A veces, los animales ingieren accidentalmente parte de un juguete o comen algo que huele a comida pero no pueden digerirlo correctamente. Si el tracto digestivo no puede pasar el cuerpo extraño, provoca una obstrucción intestinal. Los animales dejarán de comer naturalmente para tratar de aliviar la presión y el dolor de la obstrucción. Esto puede ser un problema muy serio, y es crucial detectarlo tan pronto como surja. Es probable que la obstrucción requiera cirugía, pero su veterinario podrá aconsejarle sobre los mejores pasos a seguir.
Preferencias de comida
Los gatos pueden tener preferencias alimentarias que afectan su capacidad para comer. En lugar de atribuirlo a un “comportamiento de gato quisquilloso”, eche un vistazo más profundo para ver qué podría estar molestando a su gato. Si tu gato se niega a comer un tipo específico de carne, eso podría significar que tu gato tiene una alergia leve o tiene problemas para digerirla. Tu gato preferiría no comer antes que pasar por la incomodidad. Cambiar a un ingrediente diferente podría aliviar esos síntomas. Si a tu gato no le gusta la textura o la forma, eso también podría ser significativo. ¿Las mordidas son demasiado grandes para su gato senior o juvenil? ¿La comida es demasiado difícil de masticar? Cambia la forma de la comida para ver si la alimentación de tu gato mejora. Busque consejos para estimular el apetito de su gato.
vacunas
Si recientemente llevaste a tu gato a vacunarse y notas un cambio en los hábitos alimenticios, es posible que tu gato esté teniendo una reacción. Algunas reacciones son leves y los gatos dejarán de comer temporalmente hasta que su cuerpo recupere el equilibrio. Vigile de cerca a su mascota para asegurarse de que los hábitos alimenticios vuelvan a la normalidad poco después de las vacunas. Si no es así, lleve a su gato de vuelta al veterinario para un chequeo.
Nuevo entorno
Los gatos a veces se niegan a comer si se sienten ansiosos por su entorno. Si se mudó recientemente o acaba de traer un nuevo gato a su casa, su gato puede tardar unos días en adaptarse y comer. También puede ser una señal de que tu gato se siente incómodo con el lugar donde se encuentra su comedero. Si lo ha cambiado drásticamente, puede volver a colocar el recipiente en la ubicación original para ver si mejoran los hábitos alimenticios. También puede decidir invertir en un espacio cubierto para que su gato coma en privado.
Vigilar los hábitos alimenticios de tu gato
Desde el primer momento que dices “mi gato no come”, el reloj empieza a correr. Haga un balance de los otros comportamientos de su gato y mire a su alrededor para ver si algún cambio reciente puede estar preocupando a su gato. Este cambio de comportamiento no es algo que deba ignorarse. Su veterinario es una valiosa fuente de información para usted sobre el comportamiento de su gato, y es esencial tener una relación sólida para ayudar a mantener a su gato en plena forma. No comer puede ser el primer signo de un problema grave, así que aprovecha la oportunidad de detectarlo a tiempo. Siempre es mejor prevenir que lamentar cuando se trata de los hábitos alimenticios de su gato.
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