Al igual que los humanos, todos los perros son diferentes cuando se trata de nadar. Mientras que algunas razas (piense en spaniels, retrievers y labradores) fueron criadas para trabajar en el agua, otras como bulldogs, pugs y basset hounds simplemente no están hechas para nadar. Independientemente de la raza de su perro, cualquier cachorro que vaya a pasar tiempo cerca de cualquier cuerpo de agua debe ser supervisado en todo momento. Si es posible, incluso sería genial si pudieras darle clases de natación a tu perro. Mientras tanto, también puede saber cuándo puede dormir su cachorro toda la noche.

Empezar joven

Cuanto más joven sea tu cachorro cuando lo introduzcas al agua, mejor. A los cachorros se les puede enseñar a nadar desde las 10 semanas de edad. Dependiendo de la época del año y de su acceso al agua, incluso el tiempo de juego en una tina poco profunda puede ser un gran primer paso. Recuerde, el refuerzo positivo es clave. Progresa en el nivel de comodidad de tu cachorro. Recompénselo con elogios y golosinas a medida que se sienta más cómodo en el agua.

Invierte en los accesorios adecuados

Una de las cosas más seguras que puede hacer es acostumbrar a su perro a usar un dispositivo de flotación personal (PFD) cada vez que esté cerca del agua. Un chaleco salvavidas no solo le dará la confianza que necesita para aventurarse en el agua, sino que también lo protegerá en caso de que ocurra un accidente. Busque un PFD con asas y un accesorio para correa, luego siga la tabla de tallas del fabricante para comprarle a su perro el tamaño correcto. Una vez que haya hecho su compra, póngalo y deje que su perro juegue adentro para que se acostumbre a cómo se siente. Recompénselo con elogios y una pequeña golosina después de cada sesión exitosa. También es posible que desee comprar algunos juguetes acuáticos. Los que funcionan como un excelente juguete para buscar en tierra también serán beneficiosos para alentar a su perro a recuperar en el agua.

Da pequeños pasos

Una vez que su perro se acostumbre a usar su PFD y haya encontrado un lugar tranquilo para comenzar a entrenar, comience lentamente en la parte menos profunda de la piscina o en la orilla. Use golosinas para tentarlo a que intervenga y se moje los pies. Se paciente. Resiste la tentación de arrojarlo, ya que esto puede enseñarle a temer el proceso por completo. Una vez que se sienta cómodo parado en aguas poco profundas, anímalo a que te siga a aguas más profundas. Si su perro tiene un juguete favorito (flotante), tírelo a unos pocos pies de distancia y anímelo a recuperarlo. Una vez más, la paciencia es clave. La aclimatación de su cachorro al agua probablemente llevará varios días. Si parece estar abrumado por el tamaño de la piscina, y algunos perros lo están, comience por hacer que se pare en una piscina para niños vacía mientras la llena lentamente con agua. Limite sus lecciones de natación a sesiones cortas de cinco a 10 minutos por día para que pueda desarrollar sus músculos de natación gradualmente.

Muéstrale la salida

Una de las primeras cosas que debe enseñarle a su cachorro, especialmente si estará nadando en una piscina la mayor parte del tiempo, es enseñarle cómo salir. De esa forma, si accidentalmente se cae cuando no estás cerca, sabrá exactamente cómo llegar a tierra firme. Debido a que es probable que su cachorro no use la escalera de la piscina, comience enseñándole cómo entrar y salir de la piscina usando los escalones. Después de que aprenda, llévelo a unos pocos pies del borde y pídale que nade hacia alguien en los escalones. Repite el proceso desde diferentes puntos de la piscina hasta que aprenda a encontrar los escalones por sí mismo.

Supervisar siempre

Incluso los mejores nadadores pueden cansarse o lesionarse en el agua, por lo que es importante que nunca deje que su perro nade solo. Mantenga cerrada la entrada al área de la piscina para que su perro no pueda acceder a ella cuando no esté afuera con él.

Enjuague después de cada baño

Ya sea que se trate de agua de piscina o lago, enjuagar a su perro después de cada baño es la mejor manera de eliminar cualquier producto químico agresivo o suciedad en su pelaje. También es un gran ejercicio de vinculación, especialmente cuando lo llenas de amor y elogios durante el proceso. Use una toalla absorbente para secar su pelaje tanto como sea posible, asegurándose de eliminar también el agua o los desechos en las orejas. Esto ayuda a prevenir las esteras y reduce el riesgo de infecciones de oído, especialmente en perros con orejas caídas.

Finalmente, ¡diviértete!

A su perro le encanta estar cerca de usted y de los miembros de la familia, así que disfrute de la hora de nadar. No a todos los perros les gusta el agua, sin importar cuánto los engatuses, así que asegúrate de seguir el ejemplo de tu perro. Si, para su consternación, prefiere verlo chapotear con las cuatro patas firmemente plantadas en tierra firme, busque formas de incluirlo para que se sienta seguro y protegido. Con la planificación y las precauciones adecuadas, su cachorro puede disfrutar felizmente del tiempo de natación familiar en los años venideros.

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